miércoles, 1 de septiembre de 2010

Pobre niña fea


Ayer andaba medio depre, como de costumbre. Así que, rompí el cochinito para hacer unas compritas terapéuticas. Fui a un centro comercial en una de las zonas más nice de la ciudad, hace mucho que no iba, pero sólo ahí podía encontrar la marca que buscaba.

Entré en una tienda departamental y empecé a curiosear en el área de maquillaje y a los diez segundos noté que había un policía detrás de mí, no me quitaba la vista de encima. Como si yo fuera a robarme algo...

Seguí como si nada, pero seguían vigilándome, me pasé a otro stand y los dependientes estaban igual, vigilando. Ya luego fui al stand del producto que buscaba (que por cierto, me lo dieron mal y tuve que regresar a cambiarlo). En el último stand de maquillaje al que fui me quedé más tiempo y empecé a platicar con el maquillista, le dije que era mi marca favorita y que tenía bastantes cosas de esa marca, no me creyó (soy buena para leer las miradas) y no se iba, no dejaba que yo viera los productos sola. Así que saqué mi cosmetiquera y le mostré mis maquillajes, entonces, comenzó a portarse de manera distinta, más amable, porque vio que sí podía pagar los productos.

Ya por último, fui a ver bolsos, saludé con un “Buenas tardes”, pero ninguna de las dependientas me respondió, aunque sí me escucharon. Cuando vi, otro policía estaba tras de mí. Y al ver que no se iba le dije: “No pienso robarme nada” (de hecho, mi bolsa era de esa marca, pero seguro creyó que era de imitación).

Me sentí muy mal, mis compras terapéuticas se convirtieron en una sensación de discriminación. No sé si por ser morena y feita creen que soy ladrona o que no tengo ni para unos chicles. Soy pobre, lo acepto, pero me esfuerzo mucho para comprarme cositas de vez en cuando. Nunca he robado y nunca lo haré. Soy todo menos ladrona, lástima, que la apariencia sea tan importante porque si fuera blanquita y bonita, me vería nice y creerían que tengo dinero, me tratarían mejor. A otros clientes que se veían nice no los vigilaban y juro que no era paranoia. No es la primera vez que me sucede ni será la última, seguramente...

Le conté a una amiga mi experiencia y me dijo: “No te preocupes, en esa plaza comercial a todos los que no son de los alrededores los ven feo y los vigilan, la próxima vez ve a otro plaza, así sólo te verán feo pero no te vigilarán…” ¡Qué gran consuelo! Y todo por no verme “niña bien”. 


5 comentarios:

Lucía dijo...

No te aflijas!!! los prejuicios son algo que siempre ha existido y que, lamentablemente, seguirá existiendo. A mí me pasa algo parecido cuando entro en chandal al Corte Inglés, pero pienso en positivo y me digo: "si quieren vigilarme que lo hagan, no tengo nada que temer, dejaré que sigan haciendo su trabajo". jeje

Aliena23 dijo...

Muchas veces ese tipo de prejuicios terminan perjudicando a los propios almancenes. Los ladrones y las ladronas se camuflan bajo una buena presencia y pasan desapercibidos, mientras que sobre los que se creen que tienen menor poder adquisitivo se posan las miradas.
Uno no puede juzgar por la apariencia, ni por la raza. Existen personas con mucho dinero que a primera vista podrias decir que no tienen donde caerse muertos, porque a algunos no les gusta ostentar con la ropa , ni con joyas. Ademas ¿ quienes son las empleadas esas para juzgarte? El no tener dinero en grandes cantidades no impide que uno se de los gusticos de vez en cuando.

kaar dijo...

La verdad es que sí me dio tristeza en ese momento, pero para que se nos respete como pobres y feos, iré más seguido a esa plaza. Y si me se me quedan viendo como delincuente, no me dejaré :P Conocerán mi lado obscuro, jaja. Qué lástima que siendo empleados mal pagados y pobres como yo discriminen a sus iguales... En vez de portarse amablemente, que eso nada les cuesta.

Anónimo dijo...

Lo mismo me pasa. Llegó un momento en que simplemente dejé de entrar a los negocios si no era ir directo a la caja y encargar el producto. Ahora estoy intentando no prestarle atención, entrar a la tienda y ver lo que se me antoje, pero es muy molesto que te miren ¡como si fuera a robar las porquerias que venden! Me dan ganas de gritarles antes de irme.

Bueno, :) no estas sola, y lo que se perjudican son ellos (debe ser estresante estar desconfiando de todo el mundo que no es blanquito y con dinero).

Unknown dijo...

jaja a mi madre le paso lo mismo pero el detalle es que ella es blanca y cabello rubio y donde le paso era una tienda comun y corriente del centro de la ciudad.discriminacion a la inversa o que?.este mundo esta muy loco.