martes, 31 de mayo de 2011

Bebé asexuado será libre de elegir


Quieren criar a su hijo 'sin definirle el sexo' para dejarle el derecho a elegir

'Storm' tiene 4 meses y su sexo es un secreto que los padres no quieren compartir. Tienen otros dos hijos a los que han dado nombres ambiguos: Kio y Jazz.

Nadie de los parientes cercanos sabe si 'Storm' es chico o chica. A sus cuatro meses este bebé no tiene sexo definido, porque sus padres se niegan a seguir los estereotipos y aseguran que de esta forma le darán la posibilidad a su hijo de elegir.

Kathy Witterick, de 38 años, y su esposo David Stocker, de 39 mantienen el secreto que solo saben ellos y sus otros dos hijos, según publica el 'Daily Mail'.

A estos, también les han puesto nombres ambiguos Jazz, de cinco, y Kio, de dos, que también se suman a la iniciativa de sus progenitores y mantienen la boca cerrada para que nadie sepa qué sexo tiene su hermano.

Cuando 'Storm' nació la pareja envió un correo al resto de parientes y amigos con el siguiente texto: "Hemos decidido no compartir el sexo de Storm por ahora - un tributo a la libertad y la elección en lugar de limitarla"...

Los abuelos los han apoyado, aunque resulta incómodo explicar lo del bebé libre de género a sus amigos y compañeros. De hecho, algunos amigos de la pareja los acusan de querer imponer su ideología al pequeño.

A pesar de las críticas, la madre cuenta el tópico de cuando salen a pasear con el bebé lo primero que preguntan es si es niña o niño.

El padre, defiende su posición, al subrayar que "si realmente quieres conocer a alguien, no te interesa lo que está entre sus piernas."

La pareja cree que criar a su hij@ de esta forma le salvará de los estereotipos de roles femeninos y masculinos que impone la sociedad y 'Storm' será libre de elegir, porque los niños pueden tomar decisiones importantes desde muy jóvenes.

Los otros dos hijos de la pareja ya eligen sus ropas en cualquier departamento infantil sin distinción de si es de niña o niño y ambos llevan los cabellos largos, tanto que las personas confunden el género.

http://www.gamecorner.cl/showthread.php?tid=4499

Me ha parecido interesante compartir con vosotr@s este artículo a pesar de que, muy seguramente, la condición de asexuado de Storm no le convertirá en asexual. Sin duda este tema suscitará opiniones de todo tipo por lo sorprendente y tal vez excéntrico de la situación que se plantea. Al margen de lo que opineis, me ha parecido una buena manera de dejar clara la diferencia conceptual tantas veces confundida entre los términos asexuado y asexual. Espero que una vez más, este humilde blog contribuya a despejar dudas.

domingo, 22 de mayo de 2011

domingo, 15 de mayo de 2011

La anorexia sexual


Amigos y amigas de este blog, debido a lo difícil que resulta comprender en qué consiste exactamente la asexualidad y que, incluso para muchos de nosotros resulta difícil reconocerla y definirla, me parece oportuno publicar este artículo sobre un trastorno que, supongo, fácilmente podría ser confundido con ella.
Espero que os sea útil y deseo que sirva para aclarar más las ideas.
Saludos.
Así como quienes dejan de comer y ponen en riesgo su vida, hay quienes se obsesionan con el sexo y hacen cualquier cosa con tal de alejarlo de sus vidas.

Solemos hablar de los compulsivos o adictos sexuales, también de quienes tienen poca o baja libido; incluso, sabemos que hay personas asexuados; pero poco nos ocupamos de quienes padecen de anorexia sexual.

El compulsivo o adicto al sexo vive pendiente de sus deseos e impulsos permanentes, quien tiene disminución de libido casi no tiene interés y el asexuado ni siquiera piensa en sexo. En cambio, quien sufre de anorexia sexual vive obsesionado con alejar el sexo de sus vidas. No suele ser sencillo de identificar a quienes pueden padecer de este trastorno o "adicción".

Por lo pronto, es importante no confundir anorexia con falta de o poco deseo sexual. Así como el anoréxico deja lentamente de ingerir alimentos, el "anoréxico sexual" repite el mismo mecanismo: comienzan a rechazar toda posibilidad o expresión sexual e inicia una escala de autodestrucción, por demás preocupante.

El anoréxico sexual suelen tener una percepción distorsionada de su cuerpo, rechazan su figura así como las funciones o expresiones de su anatomía. Tiene pánico a sentir placer y llegan a ser capaces de cualquier cosa con tal de alejar a quien se les acerque con, según su interpretación, alguna intención afectuosa o de índole sexual.

Creen haber sido lastimados, rechazados, dañados o abusados. Como defensa de ese ataque, real o imaginario, anulan cualquier posibilidad de expresión sexual. No intiman con otros ni consigo mismos. Son capaces, incluso, de lastimarse. Pacientes de este tipo suelen formar parte de familias poco afectuosas, con cuadros de adicción o conductas destructivas. Pueden, además o por contraposición, haber recibido una educación extremadamente rígida, controlada y de fácil influencia respecto a la moralidad sexual. Siempre insistimos con la importancia de hablar de sexo en familia con naturalidad, responsabilidad y compromiso. Recibir como herencia una mirada negativa del sexo suele ser pasaporte directo a estos u otros trastornos sexuales menores.

Cómo darse cuenta

En su libro "Anorexia sexual: cómo vencer el odio a la propia sexualidad", Patrick Carnes presenta una guía de preguntas para reconocer qué relación podemos llegar a tener con la anorexia sexual. Propone señalar si alguno de estos síntomas está o estuvieron presentes en algún momento de la vida:

- Pavor al placer sexual.

- Miedo consistente al contacto sexual.

- Vigilancia obsesiva a cuestiones sexuales.

- Evasión de algo relacionado con lo sexual.

- Preocupación de que otras personas sean sexuales.

- Distorsiones sobre la apariencia del propio cuerpo.

- Aversión extrema a las funciones corporales.

- Dudas obsesivas sobre la normalidad sexual.

- Juicios y actitudes rígidas acerca de la conducta sexual.

- Miedo y preocupación excesiva hacia enfermedades de transmisión sexual.

- Interés o inquietud obsesivos alrededor de supuestas intenciones sexuales de otros.

- Vergüenza y aversión relacionadas a la experiencia sexual.

- Desesperación relacionada al funcionamiento sexual.

- Evasión de la intimidad debido a miedos sexuales.

- Conducta autodestructiva que limite, pare o evite lo sexual.

- Si se identificó con cinco o más puntos, podría estar padeciendo una privación o anorexia sexual que puede ser tratada o corregida con ayuda profesional.

Como siempre, el tema no termina en responder un test. Ante la mínima duda debemos consultar con un médico clínico, sexólogo, psicólogo, psiquiatra o cualquier otro profesional de la salud calificado.

Tratamiento y recuperación

El proceso de recuperación del anoréxico suele ser tarea compleja, pero no imposible. La persona necesita dejar de rechazarse a sí misma y comenzar a aceptar su cuerpo y, luego, integrar la vida sexual al resto de los aspectos vitales.

Como sigue un patrón acorde a cualquier otra adicción, en muchos casos el tratamiento suele apoyarse en torno a los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos. En definitiva, es clave el acompañamiento de alguien que sirva como guía o referente así como el apoyo incondicional de quienes hayan padecido el mismo trastorno.

Entre otras cuestiones se busca que el paciente:

- Cambie de foco; que deje de obsesionarse con su costado sexual y el de los demás y reconocer que la vida también implica otros aspectos;

- Comience a aceptar y tomar contacto con su cuerpo;

- Que perdone o se reconcilie con sus agresores (reales o imaginarios);

- Que empiece a aproximarse a los otros; se integre y se permita el contacto más allá de lo sexual (caminar de la mano, abrazos, caricias, etc.).

http://www.nuevodiarioweb.com.ar/nota/204732/Actualidad/anorexia_sexual.html

domingo, 1 de mayo de 2011

Hablando claro

Al fin un artículo que dice las cosas como son. Esta es la información que debería llegar a la sociedad respecto a nosotros, concisa y precisa, sin morbo ni otro fin que no sea el meramente informativo.
Aquí os lo dejo!!!



Las personas asexuales pueden ser muy diferentes entre sí en cuanto a su forma de vivir el sexo y en las relaciones de pareja algunos sienten excitación sexual con deseo de masturbarse solos, pero no sienten interés ni excitación con otras personas.

Vivimos en una sociedad que concede al sexo una enorme importancia y donde se supone que a todo el mundo le gusta practicarlo. Pero lo cierto es que existen muchas personas perfectamente normales que no sienten atracción sexual hacia otras personas.

De hecho, la asexualidad se define precisamente de ese modo, falta de atracción sexual hacia otras personas, tanto del sexo opuesto como del propio, así como falta de interés por mantener relaciones sexuales con otros.

Eso no es vivido como un problema, sino como una forma de ser tan normal como otra cualquiera. Es decir, la asexualidad no es un trastorno sexual, sino que forma parte de las preferencias y gustos de una persona. No obstante, puede crear problemas cuando una persona no acepta su asexualidad y trata de convertirse en una persona sexual por exigencias de su pareja o mantiene relaciones porque considera que solo así conseguirá tener pareja o amor.

Más bien consideran que el sexo y la consecución del orgasmo es un acto privado y no sienten interés en practicarlo con otras personas. La frecuencia de la masturbación puede ser similar o inferior a la de las personas no asexuales. Otros no sienten ningún interés por masturbarse ni ningún tipo de excitación sexual.

Existen individuos que tienen excitación mediante el uso de la fantasía (por ejemplo, con fantasías sexuales o mediante la utilización de pornografía), pero no sienten deseo ni interés por llevar a la práctica dichas fantasías con otras personas. Eso es similar a la persona que sin ser asexual, puede tener fantasías que le excitan mientras son solo eso, pero que no desearía llevar a la práctica porque en circunstancias reales no le resultaría excitante.

Otros, en cambio no sienten ninguna excitación mediante el uso de este método. Existe un grupo que siente atracción romántica hacia otras personas y pueden, por ejemplo, desear abrazar, o acariciar a esa persona y pueden enamorarse, aunque en dicho enamoramiento no existirá ningún componente sexual, tan sólo, y no en todos los casos, el deseo de abrazar, acariciar y estar físicamente cerca de la persona amada. Otros, no llegan a enamorarse, sino tan sólo a sentir lo que podríamos llamar una amistad especial con alguien y no tienen interés en mantener relaciones de pareja.

Hay que tener en cuenta que no se considera que una persona sea asexual cuando su falta de deseo se debe a alguna enfermedad física o mental, como puede ser una depresión, que puede dar lugar a un desinterés en el sexo. La persona asexual, en cambio, ha sido así toda su vida. Tampoco se considera asexual la persona que experimenta, en un momento de su vida, falta de deseo debido a ciertos problemas, como pueden ser los de pareja.

Dado que existe una enorme presión por parte de la sociedad para que todo el mundo sea sexual y no suele reconocerse la existencia de la asexualidad, algunas personas pueden pensar que hay algo malo en ellas o que tienen algún trastorno, bloqueo o trauma.

Por este motivo, cuando un asexual llega a ser consciente de que la asexualidad existe y de que tiene derecho a no desear tener relaciones sexuales, puede sentirse repentinamente liberado, sobre todo al saber que existen muchos como él, tanto hombres como mujeres. Las asexuales pueden definirse como heterosexuales, homosexuales o bisexuales, según hacia qué sexo se oriente.


http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-no_todas_las_personas_disfrutan_ni_les_gusta_el_sexo-seccion-general-nota-28942.htm

¿Asexualidad en el siglo XXI?



Así como muchos hombres y mujeres se definen en su plano más íntimo como heterosexuales, homosexuales, bisexuales… actualmente se estima que un cinco por ciento de la población mundial se autoproclama como asexuados: personas que sencillamente no tienen ningún interés por el sexo.

Aunque muchos de los especialistas y estudiosos del tema aseguran que no se trata de una «anormalidad» del funcionamiento psíquico o biológico en la sexualidad, los estudios apenas han comenzado a desarrollarse en este campo y aún no se ha podido comprobar su verdadero origen.

Lo cierto es que es un fenómeno creciente, que comenzó en 2001 en los Estados Unidos y que se ha extendido a otras naciones como Italia, China, Japón, Canadá y España, especialmente a través de la gran red, por medio de los foros y comunidades virtuales.

Entre ellas es muy reconocida la Asexual Visibility and Education Network (AVEN), una plataforma para educar y hacer visible el movimiento asexual, con la esperanza de que se reconozca la asexualidad como una orientación tan válida como la heterosexualidad o la homosexualidad.

Quienes se identifican con esta «motivación» señalan entre sus experiencias que, sencillamente, nunca han sentido atracción sexual, ni piensan en una persona atractiva o sensual, o en la necesidad de estar en pareja.

Ello no significa que sean apáticos o no tengan amigos, pues no tienen complejos o problemas para entablar relaciones sociales. Se trata de una manera de vivir sin intimidades, ni deseos, o pasiones carnales.

Aunque no pocos psicólogos consideran que en muchas ocasiones se achaca la asexualidad a traumas que se hayan podido sufrir en la infancia o malas experiencias, lejos de sentirse traumatizados, estas personas se declaran altamente satisfechas con sus vidas.

Desde el punto de la sexología, la asexualidad se considera como una forma de abstinencia, pues se dice que desde nuestro nacimiento somos seres sexuados, y sentimos en mayor o menor medida deseo sexual.

Sin embargo, para quienes se proclaman asexuales, su forma de vida no es una decisión que implica limitarse o negarse a los placeres carnales, pues en realidad ellos no sienten esas ansias, y se sienten muy satisfechos así.

NO ABSTINENTES

Casi todos los hombres y las mujeres se abstienen de tener relaciones sexuales en alguna etapa de su vida, como una manera de lidiar con la sexualidad, asumida como una decisión de cuerpo, mente, y espíritu.

Esto ocurre generalmente en el período de la adolescencia y la pubertad, cuando el organismo comienza a sentir los primeros deseos sexuales, y el cuerpo empieza a madurar, pero aun no está preparado ni biológica ni emocionalmente para enfrentar las relaciones más íntimas.

Una vez transcurrido este tiempo, para la gran mayoría de los seres humanos es muy difícil practicar la abstinencia, y si se decide por ella se debe tener muy clara la manera en que se espera lidiar con la vida sexual, tanto en las mujeres como en los hombres, desde las razones y concepciones de cada quien.

En el caso de las parejas, la abstinencia funciona cuando ambos miembros están de acuerdo. Se debe tener en cuenta que una decisión tan importante no puede ser tomada a la ligera, y por tanto la pareja debe estar de acuerdo, antes de que esta actitud afecte la normal armonía de la misma.

Para quienes optan por ella como un método anticonceptivo deben es válido advertir que este mecanismo tiende a ser menos eficaz pues requiere de una fuerte motivación, control de sí mismo y compromiso.

Muchos hombres piensan que mantener abstinencia sexual durante más tiempo es mejor, porque así acumulan más espermatozoides. Sin embargo, eso no es así, porque la producción de espermatozoides depende de la genética de cada individuo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tiempo óptimo de abstinencia para optimizar las posibilidades de tener un hijo está entre 2 y 7 días. La abstinencia más de 7 días no aumenta los espermatozoides, sino que baja su calidad, reduciendo la movilidad y elevando los problemas de radicales libres.

Los expertos coinciden en que este es sin dudas un método ideal para los adolescentes, a partir de una educación sexual, iniciada desde la infancia o al inicio de la pubertad, pues requiere de mucha información.

POLÉMICA SEXUAL

Aunque la asexualidad sea concebida por muchos como una decisión de cada quien, algunos especialistas insisten en que también puede tratarse de problemas en el plano íntimo.

Según describe la literatura especializada el deseo puede desaparecer por motivos personales, ideológicos, religiosos, además de los motivos físicos. Sin embargo, al ser el cerebro el órgano sexual por excelencia, si la persona dice que prefiere abstenerse, esta determinación puede dar lugar a no sentir deseo.

O sea, la asexualidad no es una decisión como el celibato, sino una inapetencia al sexo registrada de toda la vida, por tanto quienes la practiquen pueden vivir tranquilamente y de manera sana sin tener coitos.

Esta falta de unificación de criterios en los estudios convierte a la gente que se define como asexuada en todo un misterio científico, aunque la balanza se inclina cada día a reconocerla como una opción más.

Como toda conducta en la vida íntima de la persona, mientras no perjudique a nadie más, nada es obligatorio, y tener o no actividad sexual tampoco es la excepción. Elegir cómo y quien se desea ser en el plano sexual, desde los gustos, concepciones e ideales de cada quien es un derecho pleno, como parte de la búsqueda misma de la felicidad.

http://www.cubahora.cu/index.php?tpl=principal/ver-noticias/ver-not_ptda.tpl.html&newsid_obj_id=1040418